Testimonios de vida...


TESTIMONIOS DE ALGUNAS HERMANAS : ¿POR QUÉ SER CARMELITA?

“Seguí la vocación de Carmelita Descalza por un llamado interior que me inclinaba a la vida religiosa, nunca le encontré explicación racional, me parecía que era la Voluntad de Dios en mi vida. Siempre fui feliz en la Montaña Santa del Carmelo."
Hna. Leticia de la Virgen de Luján

“Fui educada en el Colegio María Auxiliadora de La Pampa y donde siempre trabajé en la Acción Católica Argentina. El apostolado creció conmigo y ya en la Universidad, este deseo de ayudar a “creer”, me hizo constatar que con “palabras” no lo podía lograr. El ejemplo de Jesús que por salvarnos fue a la Cruz, me dio la respuesta. Y entonces ofrecí mi vida en el Carmelo, lugar de oración y sacrificio. Guiada por los escritos de Santa Teresa. Ofrecí mi vida para que mis amigos tuvieran fe y creyeran. Me di cuenta que la mía, era una ofrenda de Amor por todos, y que sólo en el Cielo veré los frutos. Aquí soy feliz viviendo la Voluntad de Dios que dirige mi vida con Amor."
Hna. Matilde de Cristo Rey

“Desde muy alto y desde muy lejos, Dios me mira y me ama. Ahora estoy aquí de Carmelita Descalza, llamada por El, a la Vida. Me dio a María por Madre, Modelo, Amiga, para gozar de una imperturbable Paz, “Escondida con Cristo en Dios”. En el Carmelo hay dinamismo en la Fraternidad, pero hay que saber como Ella, descubrir en todo momento la Presencia de Dios, buscando Su Gloria. Que es hacer Su Voluntad, sirviendo y orando por todos. Pido que el hombre descubra el Corazón de Dios enamorado del ser, de la persona, de mí misma. Yo me siento Obra Suya, hecha a Su imagen y semejanza."
Hna. María Inés de la Cruz
“Mi experiencia es de haberme sentido llamada por Dios, enamorada de El y El de mí, desde los 15 años…Y de allí en más todo un camino de amor y seguimiento. Hasta concretarlo en la Alianza de Amor siendo esposa de Jesús como Carmelita Descalza. La motivación es un total enamoramiento mutuo y el deseo de amor, oración e inmolación por toda la humanidad, no sólo por una porción de personas a las que llegar con el apostolado. Sino desde el corazón de la Iglesia que es la vida contemplativa carmelita, llego a todos los rincones de la tierra y a cada hombre y mujer necesitados, a toda situación, por eso el Carmelo lo abarca todo y todo lo eleva al Padre en alabanza y súplica, nuestra vida “escondida y fecunda”. Soy feliz y esta felicidad crece a medida de los años que pasan, soy esposa de Cristo para toda la eternidad, llevando en mis entrañas, conmigo, a la humanidad entera. Todo para Gloria de la Trinidad extensión del Reino."
Hna. Sandra maría de la Trinidad

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